INDICACIONES
Cuidado facial:
Debido a su alto contenido en ácido oléico y linolénico previene la pérdida de agua de la dermis y aporta hidratación. Su aplicación facial solo o combinado con otros aceites vegetales asegura un cutis terso y suave.
Cuidado corporal:
Suaviza la piel seca gracias a sus propiedades hidratantes, nutritivas y protectoras.
Alivia el picor de las pieles irritadas gracias a sus propiedades calmantes
Mejora el aspecto de las cicatrices alisándolas y previene la aparición de estrías
Indicado para cabellos secos. También resulta útil en el control de la caspa. Su alto contenido en vitamina E lo hace interesante como acondicionador; ayuda a que crezca fuerte, sano y evita que sea quebradizo.
Niños:
Cuidado de las pieles más delicadas y sensibles, tanto de bebés como de niños.
Por su efecto calmante es muy recomendable para aliviar la piel irritada por el pañal.
Embarazo:
El aceite de almendras, solo o combinado con aceite de rosa mosqueta, es ideal para cuidar la piel durante la gestación. Mejora la elasticidad de la piel durante los nueve meses, evita las estrías en la barriga, y además, se usa para masajear el perineo y así prevenir desgarros durante el parto.
Masaje:
Ideal como vehículo para aplicar aceites esenciales. Se absorbe con facilidad y penetra en profundidad.
Su contenido alto en ácido linolénico le confiere propiedades antiinflamatorias. De ahí, que ayude en la rehabilitación de esguinces o rotura fibrilar.
Baño:
Añade una cucharada al agua de la bañera; por su propiedad emoliente se absorbe fácilmente por la piel y ayuda a mantenerla suave e hidratada.
Ideal para tomar un baño relajante al final del día.
En la cocina:
Es rico en grasas monoinsaturadas (ácido oléico y linolénico) por lo que ayuda a mantener los niveles de colesterol malo (DHL) bajos en sangre.
Además, contiene vitamina E, A y B que lo hace interesante en todo tipo de dietas.
Se puede consumir crudo, para freír y en repostería.